Dependiendo de la zona de Costa Rica donde viva, conocerá este típico pan blanco, con exterior crujiente y miga aireada que disfrutamos cientos de ticos con mantequilla, queso crema o jalea, como pan baguette o melcochón.
¿Sabe por qué existe esta diferencia? Específicamente es en Alajuela donde el término melcochón está más aceptado y existe toda una historia.
La historia del francés en Alajuela
Según se cuenta, en los años 60, un joven francés que llega a Alajuela comenzó a ofrecer su pan a base de harina de trigo, tan normal y popular en su país de origen. Aunque en un principio no fue bien aceptado, ya que se preferían los panes caseros a base de maíz, cada vez más se atrevían a probarlo y se fueron acostumbrando a consumirlo.
Por ser Alajuela, una comunidad famosa por su habilidad para poner apodos, las personas comenzaron a llamar pan melcocha o melcochón al pan, por su forma parecida al dulce de tapa tradicional.
Conforme se popularizó y personas extranjeras le reconocieron, estas comenzaron a llamarle por el nombre correcto, baguette, mientras que ticos de otras provincias le llamaban simplemente pan blanco.
Las 3 formas se popularizaron, y se volvieron prácticamente sinónimos intercambiables entre sí.
Qué es el pan baguette
Ya conociendo la historia de este sabroso pan en Costa Rica, es importante conocer su origen.
Su receta original nace en Francia, siendo una preparación básica de harina de trigo, agua, levadura y sal. Usualmente tiene unos 4 a 5 centímetros de diámetro y unos 85 centímetros de largo como máximo. Son livianos, pesando unos 250 gramos.
Su principal característica es que requiere una técnica de amasado especial, que asegure la miga aireada en su interior y se hornean para tener una corteza crujiente y dorada. En Costa Rica solemos encontrar sencillos y con queso encima, usualmente molido, que da un toque adicional de sal y sabor.
¿Cómo se disfruta el pan baguette?
Es típico consumirlo fresco con diferentes combinaciones: queso crema, mantequilla, jalea, rebanadas de queso… además de poder disfrutarse con natilla en el desayuno. También puede tostarse y convertirse en un delicioso pan de ajo si le agrega mantequilla con ajo, ideal para acompañar cualquier platillo de pasta.
Otra elaboración común es para hacer sándwiches con mortadela, mano de piedra, carne ahumada, vegetales y salsas.
Si el pan tiene unos días, puede usarse perfectamente para elaborar el delicioso budín, que tanto gusta a los costarricenses con una taza de café por la tarde.
¿Se le antoja disfrutarlo? Recuerde que, en nuestras sucursales en Heredia, Alajuela, San José y Cartago puede encontrar este y otros deliciosos panes recién horneados.